jueves, octubre 25, 2012

Espejos translucidos

 Era el otoño más frío, era la estación de los amores fugaces, de la irracionalidad. Moviendo ficha cada día, atajando la tristeza y mezclándola con enormes tazas de café para paliar el frío, el mismo frío que transmitía esta soledad endémica.
Morir matando el tiempo, así desperté, no había nadie en mi habitación y por mucho que me fijara el espejo seguía translucido como de costumbre. 

  El cielo tímido y asustado escondido entre nubes y polvo me saludaba y yo, no queriendo parecer descortés, le respondí mirando fijamente al Rey Sol. Cráneos paseaban de un lado a otro, miradas furtivas y olvidadizas me ayudaban a jugar al juego de la vida, uno de mis favoritos, en el cual yo intentaba adivinar un trocito de las vida anónimas que se cruzaban en mi camino. Pude ver inocencia, amor fraternal y mucha desilusión.

  Últimamente la vida de estos extraños tenia mucho más que ofrecerme que el circulo cercano de gente que me rodeaba, es triste pero parece que se ha convertido en un hobby eso de decepcionarme, poca gente queda exenta de estar en este grupo. Como dije un día, solo sabéis escupir palabras sin saber exactamente que es lo que queréis decir, transmitís la misma confianza que un temerario trapecista atravesando la cuerda, palabras vacías para mentes aun por rellenar. 

  Descubrí así la importancia de la experiencia y la prudencia como forma de corresponder lo que otras personas me ofrecen, y es que por esta simple regla, nunca diré "te quieros" vacíos y al enfrentarme a situaciones desconocidas llamaré a la calma y al tiempo.

lunes, octubre 22, 2012

París

           Hoy releí lo que escribí en ese sucio papel, mis sentimientos en aquel preciso instante eran tan confusos que apenas pude descifrarlos, hice lo que pude. Así es, hago lo que puedo, intento que el agua no alcance mi cuello para no explotar en mil pedazos, pero una no es de piedra.

          ¿Qué frío hace hoy aquí no? ya no sé escribir ni tres palabra bonitas juntas, será porque todo sigue tan triste como al principio. 

           El eco de las últimas noches sigue hoy retumbando en mi cabeza, no se calla esta maldita voz. Chispea otra vez como la primera noche, y como esa noche sigo amando París o eso dice mi ropa y su olor. 

martes, octubre 16, 2012

Recalibrar sin caos


No me gusta hablar cuando no hay nada que decir, las palabras parecen vacías y sin contenido, por ello intento que cada palabra contenga más de un significado y que a su vez demuestren lo que quiero decir. 
Parece que nunca tengo nada interesante que decir, no os culpo por pensar eso, pero creedme cuando os digo que mis intenciones siempre irán acompañadas de palabras llenas.

Marchaba mi corazón un día como hoy en el que el Sol salió por donde tenía costumbre de aparecer, aunque acabó siendo un día donde volvió la sombra, el frío y el viento.
Hoy llegué pensando que era lo que tenía que decir y cómo hacerlo. Al final me di cuenta que todo aquello que rondaba mi cabeza no era capaz de transmitirlo a no ser que fuera escribiendo, narrando paso a paso qué ocurrió, aquí comienza la historia.

Donde se originó el caos, ahí comienza este relato. Me remonté a tiempos pasados para verte reflejados en ellos, al ver tu inestabilidad y tu falta de confianza. Lo sé,sé que nada encaja y que todo parece muy difícil, que jamás sabrás lo que quieres, que vives con miedo a equivocarte y que todo está teñido de negro color miedo.
No te culpes, yo también pensé ser el error de la ecuación pero no es así, si acaso tacha a una inocencia tardía. Debes saber que no son buenos tiempos para la inocencia, aún así, quien soy yo para juzgar a nadie, cada uno vive como puede.

Debería tener rabia o algo parecido, sin embargo no encuentro signos de ella, soy más fuerte que todo esto, he podido comprobar lo que era el dolor en muchas ocasiones y no me toca sentir eso. Ahora es la pena quien me embriaga otra vez, y es que llegué a sentir y aún siento sin querer hacerlo, no miento, después de tanto borrón y cuenta nueva era el momento de empezar de cero,  me equivoqué una vez más, no era mi momento por lo visto.

Así fue como el otoño comenzó, poniendo un punto que a pesar de contener un párrafo corto con muchas palabras ha significado mucho más que eso, un punto a años de dudas sobre si de verdad había cambiado y estaba preparada, hoy sé que sí, fin del caos.

Dejo un par de conclusiones y recalibro el rumbo, otra vez me quedo en el paraje inhóspito sin luz, otra vez será, mala suerte