Hablar de amor es fácil. Amor eterno, que traspase fronteras y que sea compatible con el deseo. Por aclarar, todo esto no tiene que ver con el amor fraternal.
Resulta gracioso como algo tan indescriptible toma formas tan pintorescas y como estamos tan convencidos cuando sentimos tal cosa de decir: “esto es algo diferente”
Y pronuncias frases propias de un suicida o de un loco merecedor de tratamiento “no puedo vivir sin ti” “los días sin ti no tienen sentido” “eres mi vida” y la sociedad les vitorea y los trata como seres normales e incluso les envidia, qué grotesco espectáculo, cuánta demencia.
Nadie pone freno a esta locura, somos incapaces de controlar esta pandemia carnal más vieja que Pandora.
Idealizar el amor eterno puede ser uno de los peores errores del ser humano. Si, amar y ser amado es un lujo pero la búsqueda incesante de esto aboca a cualquiera a ser un desgraciado y a acabar en bares recurriendo a amor a altas horas de la noche.
Amar para vivir, vivir para amar ¿no os parece estremecedor? mis tripas se revuelven sólo de pensar que todo este esfuerzo sólo sirva para amar, ¿acaso no hay nada más?
Dicen que al final lo único que queda es el amor, nadie te ha hablado de tu figura endeble, tu mente desbocada y tus constantes visitas al médico. Lo que realmente quedará de ti será un nicho y un par de flores pochas.
¿Todavía no amas? fíjate hay miles de zombies esperando ser amados. Tú espera, sigue buscado a esa persona que te produzca escalofríos hasta el punto de querer darle tu vida. Estás apostando lo más valioso que tenemos a algo tan confuso como un sentimiento ¿todavía crees en nuestra racionalidad?
martes, marzo 19, 2013
domingo, marzo 10, 2013
Yo decido.
“Lo único que queda es seguir” y ¿qué más? dime ¿quién nos dio la alternativa de elegir? nuestra condición terrenal nos abruma, eres capaz de percibir el ritmo incesante de calles colapsadas sin poder hacer nada. La inercia no nos da la oportunidad de desatarnos de sus cadenas, sólo en pocas ocasiones somos capaces de escoger nuestro destino sin no ser arrastrados por el oleaje, de tomar las decisiones más justas con uno mismo o de hacer todas aquellas cosas que realmente uno quiere.
Me da por soltar una risa burlesca, creemos fielmente que la vida no es más que la consecución de nuestras propias decisiones, actuando siempre tal y como deseamos, sin condiciones ni trabas, ajenos a nuestras circunstancias, sometidos a nuestros principios. Nada más lejos de la realidad.
Imponer nuestras reglas es algo que desconocemos, lo más sencillo es suponer nuestra libertad para no caer en la desdicha, así sobrevivimos, a base de verdades a medias. Si das un puñetazo en la mesa y reclamas un cacho de divinidad lo más seguro es que te destroces la mano y no sin oír un “ya te lo dije”
Estás fijando un destino que se te escapa de las manos, impaciente siempre por conocer lo que sucederá y reclamando a la vez un poco de calma.
No hay fin porque desconocemos los medios y si cabe, el fin, así que, deja de justificar tus actos.
Canto desaforado a la crueldad más terrible, las cadenas impuestas al nacer, los cánones que arrastramos como burdas mulas de carga mientras la Providencia nos da de comer las sobras de un manjar que parece estar en putrefacción.
Lo lamento, nunca seremos libres, jamás se nos dará la opción de abandonar nuestro futuro más próximo, porque al fin y al cabo, sólo nos queda seguir.
Me da por soltar una risa burlesca, creemos fielmente que la vida no es más que la consecución de nuestras propias decisiones, actuando siempre tal y como deseamos, sin condiciones ni trabas, ajenos a nuestras circunstancias, sometidos a nuestros principios. Nada más lejos de la realidad.
Imponer nuestras reglas es algo que desconocemos, lo más sencillo es suponer nuestra libertad para no caer en la desdicha, así sobrevivimos, a base de verdades a medias. Si das un puñetazo en la mesa y reclamas un cacho de divinidad lo más seguro es que te destroces la mano y no sin oír un “ya te lo dije”
Estás fijando un destino que se te escapa de las manos, impaciente siempre por conocer lo que sucederá y reclamando a la vez un poco de calma.
No hay fin porque desconocemos los medios y si cabe, el fin, así que, deja de justificar tus actos.
Canto desaforado a la crueldad más terrible, las cadenas impuestas al nacer, los cánones que arrastramos como burdas mulas de carga mientras la Providencia nos da de comer las sobras de un manjar que parece estar en putrefacción.
Lo lamento, nunca seremos libres, jamás se nos dará la opción de abandonar nuestro futuro más próximo, porque al fin y al cabo, sólo nos queda seguir.
jueves, marzo 07, 2013
Puedo decir, quizás un poco osada, que he conseguido reconocerme. Resulta que los corazones más ásperos detrás del hielo se reblandecen y laten callados humedecidos por mucho dolor. La dureza sólo es una aspiración a algo que nunca fui.
Adoro el drama, tan irreal, tan esperpéntico, dibujar como Goya a Saturno devorando a su hijo mediante señales en clave de Sol, en música, en una forma de amarme, en una de las muchas vías para ser feliz.
Adoro el drama, tan irreal, tan esperpéntico, dibujar como Goya a Saturno devorando a su hijo mediante señales en clave de Sol, en música, en una forma de amarme, en una de las muchas vías para ser feliz.
domingo, febrero 17, 2013
Reconfigurar
Necesito que mis pies bajen al suelo, sentir la necesidad imperiosa de escalar. No quiero estar así, no quiero que mi ego sea tan grande y que tape mi capacidad de raciocinio, volver a mi.
No ser el otro yo tan horripilante y complicado, me destroza por dentro el hecho de saber que no soy yo la que habla si no la otra mitad, la del orgullo, la narcisista y relamida.
En mi nace el cambio y así he de demostrarlo pero las cosas no son fáciles en el mundo de los vivos poco extraordinarios. Así me reinvento en otro "yo" el nuevo, el renacido, el que sale de las tinieblas, el que siempre está conmigo.
Ahora no estoy cómoda, quiero correr, poder huir de mi, gritar fuerte como antes. Atada de pies y manos ya no sé ni que decir, encasillada en este momento, sujeta a unos actos concretos que se esperan de mi, nada es como lo planee.
Ni yo misma me reconozco, es estúpido pensar que una está siendo algo que no quiere ser y seguir actuando de tal manera, los relojes van demasiado deprisa.
No ser el otro yo tan horripilante y complicado, me destroza por dentro el hecho de saber que no soy yo la que habla si no la otra mitad, la del orgullo, la narcisista y relamida.
En mi nace el cambio y así he de demostrarlo pero las cosas no son fáciles en el mundo de los vivos poco extraordinarios. Así me reinvento en otro "yo" el nuevo, el renacido, el que sale de las tinieblas, el que siempre está conmigo.
Ahora no estoy cómoda, quiero correr, poder huir de mi, gritar fuerte como antes. Atada de pies y manos ya no sé ni que decir, encasillada en este momento, sujeta a unos actos concretos que se esperan de mi, nada es como lo planee.
Ni yo misma me reconozco, es estúpido pensar que una está siendo algo que no quiere ser y seguir actuando de tal manera, los relojes van demasiado deprisa.
miércoles, febrero 06, 2013
Me busco
"Elige la vida, elige
un empleo, elige una carrera, elige una familia, elige un televisor grande que
te cagas, elige lavadoras, coches, equipos de compact disc y abrelatas eléctricos.
Elige la sal, colesterol bajo y seguros dentales, elige pagar hipotecas a interés
fijo, elige un piso piloto, elige a tus amigos. Elige ropa deportiva y maletas
a juego, elige pagar a plazos un traje de marca en una amplia gama de putos
tejidos, elige el bricolaje y pregúntate quien coño eres los domingos por la
mañana, elige sentarte en el sofá a ver tele-concursos que embotan la mente y
aplastan el espíritu, mientras llenas tu boca de puta comida basura, elige
pudrirte de viejo, cagándote y meándote encima, en un asilo miserable, siendo
una carga para los niñatos egoístas y hechos polvo que has engendrado para
reemplazarte, elige tu futuro, elige la vida. Pero ¿por qué iba yo a querer
hacer algo así? Yo elegí no elegir la
vida, yo elegí otra cosa. ¿Y las razones?, ¡no hay razones! ¿Quién necesita razones cuando tienes heroína?" Trainspotting
-Dime tú, ¿cuál es tu "heroína"? quizás sea la música, veo que disfrutas con ella.
- No, no creo, mi poca inspiración me delata.
-Eh! y ¿qué me dices de la matemática?
-Me hace gracia que me preguntes esto, ni a base de embudo llegué a amar tal ciencia, a pesar de eso, aquí sigo dentro de sus fauces, sin más salida que mi atolondrada cabeza.
-Bueno tranquila, algo encontrarás, ¿qué me dices de las letras, la palabra escrita?
-No está mal, pero sería un fracaso, no tengo tantas cosas que decir.
Antes de que sigas llegados a este punto, no creo conveniente ninguna charla de Primero de "adolescente depresivo", por si te arriesgabas a intentarlo. Siempre creí tenerlo todo muy claro hasta que me paré en un punto, miré hacia atrás agaché la cabeza para observar mis pies, quietos, inmóviles, fijos en el suelo,y me sorprendí de ver como ese suelo continuaba en movimiento, al igual que todo lo que lo lo rodeaba ¿acaso no te das cuenta?. Ahí estás tú y tu reflejo riendo por tu cara de idiota y preguntándote ¿qué ha pasado? Y lo único que puedes balbucear es: "exceso de confianza en el tiempo" maldito impostor, siempre esperé que finalmente se ajustara a mis deseos, inocente yo.
No soy pesimista, ¿quizás excesivamente dramática? ¡qué más da ya!. Lo más grave es que después de decir todo esto sigo aquí escribiendo como si fuera a solucionar algo, me da pereza actuar, y no por nada en especial, sino por el simple hecho de que cambiar de rumbo conlleva a su vez una serie de responsabilidades que debo asumir, y nunca me fié de mi intuición. Por si preguntas, sigo a remolque del tiempo.
-Tú eliges.
lunes, febrero 04, 2013
Digo
Fluimos en noches eternas y en días no vividos, escuchando música de ascensores imantados como dos niños. Construyendo Domingos astronómicos a base de luchar como gigantes. Días en parques matando monstruos, si me avisas.
Ya no necesito realizar maniobras de escapismo para esquivar la mirada de la gente que conspira. "¡SHIWA SHIWA!" cantamos despreocupados, silbando a deshoras para crear incendios de nieve en Universos infinitos.
Al principio te mandé una carta a todas tus catástrofes y yo pensé que si salíamos de esta juraría no hacer ni un gesto de emoción, qué importaba, seguíamos siendo seres únicos unidos por antenas y pijamas.
¿A veces te hiero mucho? espero que no pequeño guisante, ya te dije, que lo de mi frialdad eran cuestiones de familia.
Por si todavía no duerme sépalo, nos sienta estupendamente pelear y lo sé desde el día que andábamos muertos de frío y no había nadie por las calles. Daba igual, yo siempre contaré buenos cuentos.
¿No crees que lo nuestro es raro? a pesar de que sea así, en este maremágnum de canciones que jamás escribí, expliqué algo que se me antojaba extraño y lo transformé fantástico.
Ya no necesito realizar maniobras de escapismo para esquivar la mirada de la gente que conspira. "¡SHIWA SHIWA!" cantamos despreocupados, silbando a deshoras para crear incendios de nieve en Universos infinitos.
Al principio te mandé una carta a todas tus catástrofes y yo pensé que si salíamos de esta juraría no hacer ni un gesto de emoción, qué importaba, seguíamos siendo seres únicos unidos por antenas y pijamas.
¿A veces te hiero mucho? espero que no pequeño guisante, ya te dije, que lo de mi frialdad eran cuestiones de familia.
Por si todavía no duerme sépalo, nos sienta estupendamente pelear y lo sé desde el día que andábamos muertos de frío y no había nadie por las calles. Daba igual, yo siempre contaré buenos cuentos.
¿No crees que lo nuestro es raro? a pesar de que sea así, en este maremágnum de canciones que jamás escribí, expliqué algo que se me antojaba extraño y lo transformé fantástico.
lunes, enero 14, 2013
jueves, enero 03, 2013
Dejaste tus cosas justo en la entrada, no era un hall muy luminoso pero no te costo elogiarlo y sacarle bonitos matices, tan fácil que hasta logré ver ese trozo de casa tan estupendo como lo describías.
Pasaste al comedor y tras una leve ojeada soltaste el chaquetón que llevabas en la mano desde que entraste y sellaste todo con un beso tras cerrar la puerta. "Me voy, ahora vengo"
A pesar de dejar todo tu equipaje en la entrada tú ni si quiera dormías aquí. Fueron noches eternas y es que, si tus cosas estaban aquí ¿dónde demonios estarías?
Aparecías algunas mañanas, me besabas la frente y te acostabas en mi regazo, me calmabas y me explicabas de manera detallada donde habías ido, ¿qué podía hacer yo a parte de sonreír y asentir como embelesada?
Hasta que un día definitivamente dejaste de venir, tus maletas estaban ya en mis armarios y había guardado tus cosas en la estantería pero tú no aparecías. Tras unos meses esperando tu regreso decidí tirar tus maletas a la basura.
Tus cosas ya no están, no las busques, ni se te ocurra pasar si quiera a saludar, no me apetece verte.
Y justo antes de perder todo lo que quedaba de mi, la entrada de mi casa volvió a parpadear tímida, tuve que encender las luces del pasillo para verla tan bonita como antaño. Me vestí con mi mejor sonrisa y "Ding, Dong" llaman a la puerta, ahí estás.
Pasaste al comedor y tras una leve ojeada soltaste el chaquetón que llevabas en la mano desde que entraste y sellaste todo con un beso tras cerrar la puerta. "Me voy, ahora vengo"
A pesar de dejar todo tu equipaje en la entrada tú ni si quiera dormías aquí. Fueron noches eternas y es que, si tus cosas estaban aquí ¿dónde demonios estarías?
Aparecías algunas mañanas, me besabas la frente y te acostabas en mi regazo, me calmabas y me explicabas de manera detallada donde habías ido, ¿qué podía hacer yo a parte de sonreír y asentir como embelesada?
Hasta que un día definitivamente dejaste de venir, tus maletas estaban ya en mis armarios y había guardado tus cosas en la estantería pero tú no aparecías. Tras unos meses esperando tu regreso decidí tirar tus maletas a la basura.
Tus cosas ya no están, no las busques, ni se te ocurra pasar si quiera a saludar, no me apetece verte.
Y justo antes de perder todo lo que quedaba de mi, la entrada de mi casa volvió a parpadear tímida, tuve que encender las luces del pasillo para verla tan bonita como antaño. Me vestí con mi mejor sonrisa y "Ding, Dong" llaman a la puerta, ahí estás.
domingo, diciembre 30, 2012
Nuestra mitad exógena
Espirales interminables, días llenos de vicio, enciende otro cigarro y pasemos al siguiente punto.
El humo se ha camuflado con tu pena y tus quejidos ahora están ahogados en tardes de café y tabaco que se celebran en lugares de distendidas tertulias donde charlatanes creen sentirse tocados por la mano de Dios tras cada palabra que escupen.
Me cuentas que te ocurre, yo intento atinar con la cuchara de este líquido marrón. Dichas tus historias, hablas de tu miedo, tu obsesión, aquello que te hace vibrar, pero no sólo te basta con eso, esperas que responda con algún gesto o palabra que te haga darte cuenta de que estoy en tus redes, que comprendo cada cosa que dices y cada situación que me describes.
Al final todo lo que me dijiste perdió su peso cuando tus ojos gritaban un poco de compasión. Se está convirtiendo en una rutina esto de encontrar ojos cansados, me preocupa.
Buscando el agrado del resto, indagando aquello que se amolde a nuestra perspectiva, alguien que sea capaz de transmitir seguridad sobre lo que somos para poder ser más nosotros, el "yo" definitivo. Eso es la otra mitad, la que te hace ser tú sin estar dentro de ti.
El humo se ha camuflado con tu pena y tus quejidos ahora están ahogados en tardes de café y tabaco que se celebran en lugares de distendidas tertulias donde charlatanes creen sentirse tocados por la mano de Dios tras cada palabra que escupen.
Me cuentas que te ocurre, yo intento atinar con la cuchara de este líquido marrón. Dichas tus historias, hablas de tu miedo, tu obsesión, aquello que te hace vibrar, pero no sólo te basta con eso, esperas que responda con algún gesto o palabra que te haga darte cuenta de que estoy en tus redes, que comprendo cada cosa que dices y cada situación que me describes.
Al final todo lo que me dijiste perdió su peso cuando tus ojos gritaban un poco de compasión. Se está convirtiendo en una rutina esto de encontrar ojos cansados, me preocupa.
Buscando el agrado del resto, indagando aquello que se amolde a nuestra perspectiva, alguien que sea capaz de transmitir seguridad sobre lo que somos para poder ser más nosotros, el "yo" definitivo. Eso es la otra mitad, la que te hace ser tú sin estar dentro de ti.
domingo, diciembre 23, 2012
¡Vuelvo a creer en las personas! exclamé no hace mucho tiempo tras visitar a un familiar.
Para que entiendan el gozo de mis palabras debo remontarme al pasado verano. Las familias disfrutábamos en casas separadas de un placentero, monótono y típico periodo estival en un pequeño pueblo Alicantino. En casa de mis familiares, la clásica historia de la abuela jubilada con sus dos nietos mientras su madre sigue trabajando en la ciudad y su padre a quinientos kilómetros. Todos los días al caer el sol salían a matar el rato con sus amigos a un parque cercano a casa con la compañía de su abuela. Una tarde el destino quiso que el pequeño de cuatro años cayera de la bici para su suerte. El accidente hizo dar señales de un cáncer muy avanzado. Al día siguiente la madre pidió la baja y el padre volvió de su ciudad de destino para estar junto a su familia. En este momento mientras escribo, ninguno de los dos tiene trabajo, ella por un famoso ''ERE'' y él por la delicada situación en su sector. Cada vez que voy a visitarlos, ellos me tratan con cariño, me regalan sonrisas y me demuestran la vitalidad y fortaleza de unas personas que han caído a lo más hondo y han sabido levantarse sin un ápice de egoísmo ni rencor . Con gente así me levanto por las mañanas creyendo aun en la bondad y en este mundo. ¡Gracias!
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