viernes, mayo 25, 2012

calla

Te hubiera dado mi tarde, quizás no me hubiera importado dormir esa noche contigo, es más, confieso que me hubiera encantado.
Así fue como me atraparon tus ojos y sin querer estuve ensimismada en tu sonrisa un día entero, cuando pensaba que todo había acabado, apareces sin más.
Las palabras fluyeron aunque yo estuviera ausente, no tenia nada que decir, no había nada que pudiera superar ese momento, era terriblemente feliz con la nada.
No se exactamente como explicarte que soy mejor desde que te encontré e inevitablemente más insignificante y vulnerable.
Déjame decirte antes de partir algo que cada día es más evidente, que quiero estar una vez más contigo, sin horarios ni calendarios, sin prisas y sin pausas, y aunque lamentablemente presiento que mi petición no será cumplida, aún guardo algo de esperanza en el tintero.
Permíteme no hacer nada, hoy no tengo valor que malgastar y mi bola de cristal augura un nuevo fracaso

martes, mayo 22, 2012

Cuarto Asalto

Entre gritos la noche ahogada me reclama en sus calles oscuras. Oigo su voz irracional pero a la vez tan satisfactoria que actúa de calmante aliviando mi conciencia en las horas más bajas, necesito más cebada mojada.
Debería dar las gracias antes de reclamar vuestra atención, que maleducada. Gracias por el premio, alegrías que te hacen resucitar, fuerzas para un momento bastante malo.
Ganas de continuar creciendo ante adversidades que parecen agujeros negros. Aprender de las mejores es la única forma que concibo de progresar.
El Jueves se acaba una etapa y empieza el 4º Asalto, camino a la Selectividad.

jueves, mayo 10, 2012

Las 1:34 de la mañana, una hora menos en mi cabeza

Sin apenas fuerzas, escribo angustiada con la ansiedad por las nubes.
Hoy mis huesudos dedos colocados tras este teclado parecen no estar quietos y no responder a mis movimientos, es un temblor incontrolable.
En la ciudad de lo absurdo, presa de mis propios miedos y agotada al ver caer mi torre, mi seguridad, estoy desplomándome en la calle del olvido. Mis frágiles sueños están casi tan heridos como mi alma que ya, sin esperanzas por nada ni por nadie, se esconde tras acontecimientos inenarrables y tragicomedias que marcan mi vida.
Me llama otra vez el abismo, inútil es mi esfuerzo y mis ganas de seguir nulas. Estallo y sigo al borde del colapso, rompiendo a llorar, parece no quedar nada por aquí.