jueves, septiembre 06, 2012

Los fantasmas que pernoctan en mi cabeza fomentan mi desequilibrio, una especie de obsesión hace que cada noche vuelva al mismo punto de partida, como si nada hubiera cambiado.
Ansiedad tangible entre estás cuatro paredes, sólo pienso en huir, en salir de este circulo vicioso y escapar al lugar donde pueda encontrarme, no soporto más esta terrible inercia que me zarandea hasta acabar en el rincón del pánico.
Que nadie a tu alrededor sea capaz de transmitirte paz, tranquilidad que empiezo a necesitar, es casi igual de frustrante como el hecho de no saber localizar mi miedo

Tan perdida como de costumbre escribo intentando callar las voces que me persiguen día y noche, enterrarlas en lo más profundo para que dejen de molestar. 
Intento esquivar todos aquellos cuentos para no dormir escritos por algún iluso que inventó la autoayuda, tan cargantes y repetitivos, no más por favor.
Adiós, estoy muy cansada de nada de esta nada tan profunda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario