miércoles, junio 25, 2014

Que no, que no.

Que no, que hoy no quiero que me mires, que esto de ser uno mismo resulta muy cansado. Así que no me busques en tus días de la semana, no lo hagas por favor, no me quiero encontrar.

Quise tanto algunas cosas tan vacías que al final la fuerza de mis actos cayó por su propio peso, danzó en mi patético equilibrio y murió cada vez que te nombraba.

Seguiré buscando la verdad eterna para dejar de moverme en verdades a medias y es que resulta que solo somos eso, trámites entre verdades a medias y disfraces de calma ante manojos de ansiedad y nervios. 
Como dijo Juan Gómez: "espero que disfruten de mi sufrimiento"

No hay comentarios:

Publicar un comentario