Pasan los días, incluso los meses, y tu camino sigue teniendo las mismas rocas tan altas, tan escarpadas, y esas espinas tan dolorosas, que por más que las toco, por más que me tropiezo siguen estando ahí.
Y no aprendo nada, nada, solo es este dolor que me invade y que cada vez hace surcos más grandes, y mas profundos.
Pero prefiero esconderlo, meterlo bien hondo y enterrarlo junto a los recuerdos que no siempre son buenos.
Ahora es la misma piedra de hace 4 meses, solo hay una pequeña, una insignificante diferencia, que ya no sientes lo mismo, aunque ,yo, este absurdo trozo de carne a vuelto a fallar.
No te queda confianza, gaste la batería haciendo estupideces,una tras otra he ido cavando mi propia tumba, ahora estoy bajo tierra
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