Me niego a admitir que todo esfuerzo tiene su recompensa y que todas las cosas tiene un final feliz. Porque la vida me empuja hacia el fracaso y no abre puertas a cada paso, ni todos los luchadores han sido al final los vencedores, sintiendo lo mucho he de admitir que al final quien obtiene la gloria es el que triunfa en la batalla no quien se dejo la piel en el campo.
Mi tozuda manía de que todo tiene un "por qué" y que no existe efecto sin causa, me hace llegar a esta funesta conclusión ya que mi esfuerzo esta siendo desmesurado y mis resultados patéticos.
No quiero atribuir a el factor suerte toda la culpa, pero cuando la razón falla no me queda otra salida que caer tendida a los pies de la ignorancia.
me encantas :$
ResponderEliminarY para qué querrías saber YA cómo te van a ir las cosas?? Qué aburrido sería no? Deja de pensar en la suerte, en la ignorancia...deja simplemente que la vida fluya como tenga que hacerlo, verás qué sorpresas tan bonitas te da. Te lo aseguro. Tal vez esos nefastos (que no me los creo) resultados solo sirven para que mires hacia donde no estás mirando, para que gires a tiempo y finalmente, como estoy segura harás, logres lo que tanto ansías.
ResponderEliminarEvidentemente, lo que nunca te puede faltar es autoconfianza, y espero que de eso vayas servida.
Te quiero guapa :)
Que fluya que fluya, eso es.
EliminarConfiar en mis posibilidades es el primer paso.