Este es el definitivo!
mañana lo presento, a ver si hay suerte.
Aunque parezca el mismo que subi la ultima vez no lo es, le he editado y añadido un final.
________________________________________________________________ Trazando el camino a la felicidad
Esperanza, amor, amistad, confianza, auto-estima, placer, ilusión son sentimientos que cualquier persona relacionaría con la palabra felicidad pero ¿Que es exactamente la felicidad? ¿Existe tal cosa, o solo es algo que anhelamos y que nunca conseguimos? ¿Podemos conseguirla? Esta cuestión llevan planteándosela millones de personas durante años, grandes filósofos han visto desde puntos diferentes una misma idea.
¿Es correcto equiparar la felicidad al placer? Según Aristóteles la felicidad no se basa en el placer si no en la busca del interés común y colectivo, todo esto lo relaciona con la cautela en la toma de decisiones basada en la razón, rehuir los placeres de manera prudente; Epicuro pensaba que la felicidad se alcanzaba sabiendo disfrutar de los placeres y evitando el dolor y los estoicos creían que se conseguía a través del auto-control, pensaban que el destino estaba establecido y que eso no se podía cambiar, por ello aceptaban cualquier cambio, por otro lado, los cristianos basan su felicidad en el amor a Dios y en el culto a la religión, y los utilitaristas sostienen que la verdadera felicidad esta en estimular el mayor placer posible.
Según mi punto de vista la felicidad es algo que no se puede dilucidar con exactitud, ni establecer de una forma absoluta, ya que para cada persona adquiere un significado distinto, en esta determinación del sentido de la felicidad el pasado juega un papel fundamental, ya que acorde con nuestros sentimientos y con nuestra visión de felicidad pasada, estableceremos nuestro concepto de felicidad, por que no a todas las personas les hace feliz lo mismo, quizás se podrían generalizar ciertos sentimientos indispensables como el amor, la amistad, pero aún así cada uno seguimos teniendo unas prioridades distintas.
· Concepto de felicidad
A esta palabra yo le atribuiría la característica de estado de ánimo, no es algo infinito, ni eterno, se reduce a situaciones a lo largo de nuestra vida, a momentos puntuales y acontecimientos concretos.
A pesar de esto, muchas personas siguen considerando la felicidad un objetivo y no un acontecimiento, por ello, habría que establecer las bases de la felicidad, un pequeño apoyo, para que todas las personas partiendo desde un mismo lugar puedan interpretar la felicidad desde su punto de vista y encaminarla según su criterio.
Dentro de este apoyo se deberían recalcar cosas como la necesidad de construir nuestra autoestima, indispensable para poder realizar los proyectos de vida, ya que gracias a ella estimulamos la confianza o la ilusión, estos sentimientos nos empujan y así evitamos afectos contrarios a la felicidad, como el miedo, que nos impide avanzar y en muchas ocasiones nos bloquea y nos reprime, porque ¿Quién no ha sentido alguna vez ese sudor frío? ¿Quién no ha dudado? Por ello hay que aprender a confiar en uno mismo, a no tener una vida llena de altibajos, y saber que el miedo solo fomenta desconfianza, angustia y dolor. Que solo equivocándonos y cometiendo errores, podremos conseguir todos esos sentimientos que nos ayudaran a tener una vida feliz.
Ahora bien cada uno traza su propio proyecto de vida, cuyos caminos son complejos y variados. Dentro de cada proyecto habría que clasificar los pequeños y grandes objetivos, haciendo de los pequeños objetivos el día a día (sin llegar a caer en la rutina) porque solo sabiendo disfrutar del presente será más fácil alcanzarla; y del gran objetivo nuestro mayor deseo de vida, la autorrealización, conseguir nuestras metas marcadas recordando siempre que estas metas no deben de ser irrealizables, un objetivo que esta fuera de nuestras posibilidades, hay que recalcar también la necesidad de encontrar los mejores medios para llegar a ese fin porque si tenemos como meta uno de esos objetivos irrealizables podríamos llegar a una espiral sin salida, la frustración.
Todos estos objetivos varían a lo largo de nuestra vida, debido a que nuestras prioridades no son las mismas a una temprana edad que a una edad adulta, por ello hablamos de distintas formas de interpretar la felicidad, todo depende de lo que necesites en cada momento para ser feliz.
Dentro del objetivo de alcanzar la felicidad entran dos posturas claramente diferenciadas: el conformismo, o el inconformismo
¿Es el conformismo la mejor vía para la felicidad?, es decir, la ausencia de objetivos y de metas, para evitar cualquier preocupación, o esto, ¿nos llevaría a un sendero de desilusión y por lo tanto de infelicidad?
¿O es el inconformismo? La lucha incesante por trepar en la escala de los sueños y objetivos, aún así, ¿esto no nos llevaría a una situación de opresión hacia nosotros mismos? Un constante estrés, una vida tediosa,... y otra serie de valores que nadie relaciona con la felicidad.
Desgraciadamente el ser humano tiene la característica de ser inconformista, nunca tendrá suficiente, por tanto, esta condición le llevará a estar buscando constantemente tener algo más, a no encontrar nunca ese equilibrio tan importante que nos llevaría a la felicidad completa.
Quizás la postura más inteligente estaría en el equilibrio, saber llevar una vida completa, conviviendo con los problemas y dificultades que se nos presentan.
· Falacias sobre la felicidad
¿Puede una persona evitar la felicidad de alguien? a pesar de que nadie, aparentemente, desee la injusticia en ocasiones el bien individual es más fuerte que el bien colectivo. Quizás ese sea el mayor error, pensar que solo con el bien individual se puede alcanzar ese estado de perfección, cuando el verdadero secreto reside en la armonía con uno mismo.
Existen muchas personas que tienen arraigada como definición de felicidad poseer salud, (física y mental) dinero, fama etc, pero esta definición es simplemente un mito muy extendido. Hay que saber diferenciar los términos: felicidad y bienestar, que aunque son conceptos que se relacionan, no llegan a tener un mismo significado.
El bienestar es el paso previo a la felicidad, que consiste en disponer de todos los requisitos que nos hagan tener una vida más cómoda y tranquila.
De todos modos no se concibe la felicidad sin el bienestar, pero si es posible que exista bienestar e infelicidad.
Aún así hay que tener en cuenta, que en ocasiones es difícil saber diferenciar estos sentimientos.
La palabra felicidad también ha tenido su evolución, los primeros homínidos tenían un concepto completamente distinto de felicidad que tenemos nosotros en la actualidad. La pregunta es ¿en todo este proceso de evolución ha influido por ejemplo la llegada de la tecnología y de nuevos avances? ¿o es solo un elemento que difiere de la felicidad y nos acerca al materialismo propio sobre todo del siglo XX y XXI?
Evidentemente si ha influido, los primeros humanos que poblaron la tierra tenían como único objetivo de felicidad la subsistencia, pero con el paso del tiempo el ser humano ha ampliado sus fronteras de conocimiento y de posibilidades, y hemos adquirido facultades como la de razonar, lo que nos ha llevado a tener más oportunidades y aumentar nuestras opciones de elección, convirtiendo a la subsistencia en una parte del bienestar esencial pero no en una garantía absoluta de felicidad.
Pero a pesar de que debería ser favorable el poseer más posibilidad de elección ya que nos hace basar nuestras vidas en distintos aspectos, esta situación lo ha hecho más complicado.
Con ello quiero decir, que a veces la variedad nos confunde y nos desvía de nuestros verdaderos objetivos. También puede ocurrir que cometamos algún error en nuestras decisiones y tengamos que volver a empezar de nuevo y esto puede crear sentimientos contradictorios a la felicidad, como la desilusión por no alcanzar nuestros objetivos. Nuestra percepción del futuro hace que actuemos de determinada manera para alcanzar esos objetivos.
No obstante, hay que tener en cuenta que la certeza de nuestras predicciones puede tener un alto margen de error, aunque esto también depende de si el objetivo es a largo plazo o a corto plazo, por ello es recomendable siempre caminar por seguro y no aventurase al fracaso ni precipitarse.
Y el fin de este camino comienza cuando tu futuro se convierte en algo sin importancia, tu pasado en un recuerdo y tu presente aquello que deseabas. Llego la felicidad, el fin de esa meta, de esos sueños que se cumplieron.
Lechuza
10-3-2011
Esperanza, amor, amistad, confianza, auto-estima, placer, ilusión son sentimientos que cualquier persona relacionaría con la palabra felicidad pero ¿Que es exactamente la felicidad? ¿Existe tal cosa, o solo es algo que anhelamos y que nunca conseguimos? ¿Podemos conseguirla? Esta cuestión llevan planteándosela millones de personas durante años, grandes filósofos han visto desde puntos diferentes una misma idea.
¿Es correcto equiparar la felicidad al placer? Según Aristóteles la felicidad no se basa en el placer si no en la busca del interés común y colectivo, todo esto lo relaciona con la cautela en la toma de decisiones basada en la razón, rehuir los placeres de manera prudente; Epicuro pensaba que la felicidad se alcanzaba sabiendo disfrutar de los placeres y evitando el dolor y los estoicos creían que se conseguía a través del auto-control, pensaban que el destino estaba establecido y que eso no se podía cambiar, por ello aceptaban cualquier cambio, por otro lado, los cristianos basan su felicidad en el amor a Dios y en el culto a la religión, y los utilitaristas sostienen que la verdadera felicidad esta en estimular el mayor placer posible.
Según mi punto de vista la felicidad es algo que no se puede dilucidar con exactitud, ni establecer de una forma absoluta, ya que para cada persona adquiere un significado distinto, en esta determinación del sentido de la felicidad el pasado juega un papel fundamental, ya que acorde con nuestros sentimientos y con nuestra visión de felicidad pasada, estableceremos nuestro concepto de felicidad, por que no a todas las personas les hace feliz lo mismo, quizás se podrían generalizar ciertos sentimientos indispensables como el amor, la amistad, pero aún así cada uno seguimos teniendo unas prioridades distintas.
· Concepto de felicidad
A esta palabra yo le atribuiría la característica de estado de ánimo, no es algo infinito, ni eterno, se reduce a situaciones a lo largo de nuestra vida, a momentos puntuales y acontecimientos concretos.
A pesar de esto, muchas personas siguen considerando la felicidad un objetivo y no un acontecimiento, por ello, habría que establecer las bases de la felicidad, un pequeño apoyo, para que todas las personas partiendo desde un mismo lugar puedan interpretar la felicidad desde su punto de vista y encaminarla según su criterio.
Dentro de este apoyo se deberían recalcar cosas como la necesidad de construir nuestra autoestima, indispensable para poder realizar los proyectos de vida, ya que gracias a ella estimulamos la confianza o la ilusión, estos sentimientos nos empujan y así evitamos afectos contrarios a la felicidad, como el miedo, que nos impide avanzar y en muchas ocasiones nos bloquea y nos reprime, porque ¿Quién no ha sentido alguna vez ese sudor frío? ¿Quién no ha dudado? Por ello hay que aprender a confiar en uno mismo, a no tener una vida llena de altibajos, y saber que el miedo solo fomenta desconfianza, angustia y dolor. Que solo equivocándonos y cometiendo errores, podremos conseguir todos esos sentimientos que nos ayudaran a tener una vida feliz.
Ahora bien cada uno traza su propio proyecto de vida, cuyos caminos son complejos y variados. Dentro de cada proyecto habría que clasificar los pequeños y grandes objetivos, haciendo de los pequeños objetivos el día a día (sin llegar a caer en la rutina) porque solo sabiendo disfrutar del presente será más fácil alcanzarla; y del gran objetivo nuestro mayor deseo de vida, la autorrealización, conseguir nuestras metas marcadas recordando siempre que estas metas no deben de ser irrealizables, un objetivo que esta fuera de nuestras posibilidades, hay que recalcar también la necesidad de encontrar los mejores medios para llegar a ese fin porque si tenemos como meta uno de esos objetivos irrealizables podríamos llegar a una espiral sin salida, la frustración.
Todos estos objetivos varían a lo largo de nuestra vida, debido a que nuestras prioridades no son las mismas a una temprana edad que a una edad adulta, por ello hablamos de distintas formas de interpretar la felicidad, todo depende de lo que necesites en cada momento para ser feliz.
Dentro del objetivo de alcanzar la felicidad entran dos posturas claramente diferenciadas: el conformismo, o el inconformismo
¿Es el conformismo la mejor vía para la felicidad?, es decir, la ausencia de objetivos y de metas, para evitar cualquier preocupación, o esto, ¿nos llevaría a un sendero de desilusión y por lo tanto de infelicidad?
¿O es el inconformismo? La lucha incesante por trepar en la escala de los sueños y objetivos, aún así, ¿esto no nos llevaría a una situación de opresión hacia nosotros mismos? Un constante estrés, una vida tediosa,... y otra serie de valores que nadie relaciona con la felicidad.
Desgraciadamente el ser humano tiene la característica de ser inconformista, nunca tendrá suficiente, por tanto, esta condición le llevará a estar buscando constantemente tener algo más, a no encontrar nunca ese equilibrio tan importante que nos llevaría a la felicidad completa.
Quizás la postura más inteligente estaría en el equilibrio, saber llevar una vida completa, conviviendo con los problemas y dificultades que se nos presentan.
· Falacias sobre la felicidad
¿Puede una persona evitar la felicidad de alguien? a pesar de que nadie, aparentemente, desee la injusticia en ocasiones el bien individual es más fuerte que el bien colectivo. Quizás ese sea el mayor error, pensar que solo con el bien individual se puede alcanzar ese estado de perfección, cuando el verdadero secreto reside en la armonía con uno mismo.
Existen muchas personas que tienen arraigada como definición de felicidad poseer salud, (física y mental) dinero, fama etc, pero esta definición es simplemente un mito muy extendido. Hay que saber diferenciar los términos: felicidad y bienestar, que aunque son conceptos que se relacionan, no llegan a tener un mismo significado.
El bienestar es el paso previo a la felicidad, que consiste en disponer de todos los requisitos que nos hagan tener una vida más cómoda y tranquila.
De todos modos no se concibe la felicidad sin el bienestar, pero si es posible que exista bienestar e infelicidad.
Aún así hay que tener en cuenta, que en ocasiones es difícil saber diferenciar estos sentimientos.
La palabra felicidad también ha tenido su evolución, los primeros homínidos tenían un concepto completamente distinto de felicidad que tenemos nosotros en la actualidad. La pregunta es ¿en todo este proceso de evolución ha influido por ejemplo la llegada de la tecnología y de nuevos avances? ¿o es solo un elemento que difiere de la felicidad y nos acerca al materialismo propio sobre todo del siglo XX y XXI?
Evidentemente si ha influido, los primeros humanos que poblaron la tierra tenían como único objetivo de felicidad la subsistencia, pero con el paso del tiempo el ser humano ha ampliado sus fronteras de conocimiento y de posibilidades, y hemos adquirido facultades como la de razonar, lo que nos ha llevado a tener más oportunidades y aumentar nuestras opciones de elección, convirtiendo a la subsistencia en una parte del bienestar esencial pero no en una garantía absoluta de felicidad.
Pero a pesar de que debería ser favorable el poseer más posibilidad de elección ya que nos hace basar nuestras vidas en distintos aspectos, esta situación lo ha hecho más complicado.
Con ello quiero decir, que a veces la variedad nos confunde y nos desvía de nuestros verdaderos objetivos. También puede ocurrir que cometamos algún error en nuestras decisiones y tengamos que volver a empezar de nuevo y esto puede crear sentimientos contradictorios a la felicidad, como la desilusión por no alcanzar nuestros objetivos. Nuestra percepción del futuro hace que actuemos de determinada manera para alcanzar esos objetivos.
No obstante, hay que tener en cuenta que la certeza de nuestras predicciones puede tener un alto margen de error, aunque esto también depende de si el objetivo es a largo plazo o a corto plazo, por ello es recomendable siempre caminar por seguro y no aventurase al fracaso ni precipitarse.
Y el fin de este camino comienza cuando tu futuro se convierte en algo sin importancia, tu pasado en un recuerdo y tu presente aquello que deseabas. Llego la felicidad, el fin de esa meta, de esos sueños que se cumplieron.
Lechuza
10-3-2011
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