Lineas finas que en ocasiones cruzamos, cuando estallamos, y no aguantamos la resaca del mar.
El mal causado, heridas del pasado que creí olvidadas, pensaba que aprendí a callar, pero se me va la fuerza por la boca.
No aguante el vendaval hace ya 2 años, y me paso factura, no soporté la fuerza de la ventisca y lamentablemente tuve que gritarlo.
Pero ¿a que precio? eso es una pregunta que puede que se resuelva mañana, dentro de 2 semanas o a mitad de año.
Lo único que en estos momentos puedo saber es que cuando supones que tienes una lección aprendida, la vida te marca otro camino, distinto al anterior, sin embargo es el mismo final, catastrófico y como no contraproducente.
¿Es a veces la experiencia un factor para imponer respeto? si y no. Si se imposibilita el dialogo y para variar no quieres saber nada.
Se que no fue la mejor manera de hablar pero fue la que me permitió el momento, y si tanta es tu experiencia ¿por que no la usaste para que funcionara?
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