jueves, diciembre 13, 2012

Me voy a Brasil

Cómo está el patio.
Hace siglos que no piso estas tierras bloggeras con firmeza pero últimamente he estado muy ocupada, mucho trabajo y poco tiempo para pensar, a veces tengo la impresión de que la vida frena y acelera de manera demasiado brusca, a penas te da un margen de reacción, cuando te quieres dar cuenta abres los ojos y estás en otro lugar rodeado de nueva gente y nuevos retos.
Estas situaciones extraordinarias te hacen plantearte cosas. Estos últimos meses ha rondado mi cabeza de manera demasiado frecuente la pregunta ¿acerté? todavía no tengo muy claro como he acabado aquí, como de la noche a la mañana viré y tomé una decisión tan relevante. Lo peor de todo es que todavía el tiempo tiene demasiadas cosas que mostrarme para poder responder a esa pregunta, en cierto modo, esto me tortura con más o menos asiduidad  pero no puedo seguir la utopía del tiempo y que este se haga mi fin, sería demasiado triste.
En otro orden de cosas sigo en mis trece, vagando y deambulando las noches de Sábado, escondiendo sueños en vasos de tubo sin mucho más que aportar que mi escasa gracia corporal y mi ortopedia emocional. Ya hace mucho que dejé de lamentar mi desgracia para hacerme la mayor responsable de mi bienestar. 

Siguen cayendo hojas del calendario y los periódicos siguen anunciando el fin del mundo desde hace ya 4 años, no creo pues que se acabe la existencia tal y como la conocemos la semana que viene, aunque no diría que no a esconderme en Brasil a la espera del cataclismo como hacen algunos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario