Hablo de querer como nunca lo hiciste, de sentir eso que nunca tuviste y que muchas veces perdiste, de buscar lo de antaño para sentirte bien en un presente que no te termina de convencer, quizás sea por que ya encontraste tu camino pero te tuviste que alejar y las luces de la esperanza junto a el.
Te busco en las esquinas, en las calles más estrechas, por los túneles más negros, en los fondos de esas botellas interminables y de los cigarros que se consumen tan pronto como tu esencia tan perfecta, que jamás podría describir, ese aroma que desprende la felicidad, ese mono, esa dependencia de tenerte aquí que ahora me torturan.
Recuerdo cuando tu boca me llevaba a mi rincón favorito y cuando se despegaban nuestros labios, esa fracción de segundo en la que mis ojos se abrían y podía verte era algo parecido al paraíso entonces si que estaba segura de lo que buscaba y quería: no estar en otro lugar que no fuera ese.
Y es que mi cama huele a ti y la herida es cada vez más profunda y cuando me cure la cicatriz seguirá siendo igual de dolorosa, por que siempre tendrás un rincón en este golpeado y dolorido corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario